sábado, 20 de agosto de 2011

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Saludos!

Sigue la cobertura del Transecto Socio-Ecologico del Karso Norteno en Mi Puerto Rico Verde (miprv.com). Proximamente Dia 9 del recorrido.


Aprovechamos para anunciarles que estaremos dando una charla sobre el proyecto y un corto "trailer" sobre el documental que estamos preparando en esta actividad:

Sujeto: Documental sobre el Karso Norteño y Percepciones sobre el Gasoducto

Día: Miércoles, 28 de septiembre de 2011: BROWN BAG LUNCH

Hora: 11:00 AM - 12:00 M.

Lugar: Facultad de Ciencias Naturales de la UPR (probablemente el salón C-356)

Actividad: BROWN BAG LUNCH en Ciencias Naturales (la gente trae su almuerzo para comer mientras ven la presentación).

viernes, 5 de agosto de 2011

Transecto Socio-Ecológico del Karso Norteño en Mi Puerto Rico Verde (www.miprv.com)!



Un documental que retrata el futuro del karso norteño
Publicado En Aug 5, 2011, En: Ecoturismo y Naturaleza

(enlace en miprv.com: http://www.miprv.com/un-documental-que-retrata-el-futuro-del-karso-norteno/)

Por Gloribel Delgado Esquilín
Miprv.com

Cuatro amantes de la naturaleza se dieron cita el pasado febrero a concretar una aventura diferente: recorrer 28.6 millas, entre los pueblos de Hatillo a Aguadilla, siguiendo el área propuesta para la extensión de la PR-22.

La hazaña fue bautizada como el “Transecto Socio-Ecológico del Karso Norteño” y les tomó 14 días en completar. El proyecto tenía como fin documentar con fotografías y vídeos la flora, fauna de lugar, a la vez que se entrevistaba a comunidades, científicos, dueños de negocios, agricultores y todas las personas que encontraran en el camino y que no conocieran las implicaciones sociales y ambientales del plan de carretera propuesto por el gobierno.

Del 2 al 15 de febrero del 2011, Waldemar Alcobas, Joel A. Mercado Díaz, Miriam Toro Rosario y Mariana Roca atravesaron a pie lo que posiblemente pueda tomar unos 25 minutos atravesar en carro, si se construye ese tramo de autopista.

Durante el recorrido fueron testigos de unas 25 vaquerías, 1,286 cuerdas de pavimentación, 121 sumideros, 50 pozos, 499 residencias y 51 negocios.

El viaje se tradujo en 3,500 fotografías, 22 entrevistas y 17 horas de pietaje, que todavía siguen creciendo, ya que inicialmente la idea era hacer un documental con el que pudieran difundir la información sobre la extensión de avenida propuesta para la zona y que además, sirviera como un instrumento para divulgar toda la información científica que el gobierno ha entregado a las agencias reguladoras. Hoy día, los jóvenes quieren llevar al país su trabajo y difundirlo en la mayor cantidad de foros.

“La gente no se va a leer la DIA (Documento de Impacto Ambiental)”, explicó Alcobas sobre el documento científico que se entrega a las autoridades para medir el posible impacto al terreno. Por tal razón, se interesaron en hacer una película que han ido costeando con fondos propios.

Luego de leer la DIA de la extensión de la PR-22, descubrieron que el documento era “ambiguo”. Por ejemplo, la DIA no especifica cuántas cuevas o sistemas subterráneos podrían ser impactados por dicha extensión; ni cómo se impactarían las ganaderías que se encuentran a lo largo del trayecto, de donde sale la materia prima para casi la mitad de la leche que se consume en el país, informó Alcobas.

El cartógrafo, quien trabajó como insertor comunitario en el desaparecido Proyecto de Comunicación de WIPR, argumentó que la falta de participación ciudadana de este proyecto es alarmante. “No están haciendo a la gente parte del proceso”, dijo preocupado, por lo que ese interés le dio mayor fuerza a su misión.

Según estimaron, algunos de los negocios que podrían verse afectados por la construcción de esta avenida podrían tardar de 20 a 25 años en recuperarse económicamente. Sin embargo, fueron pocos los vecinos que conocían los planes propuestos para la zona.

Durante su recorrido por las montañas y campos, los jóvenes encontraron todo tipo de reacciones. Hubo algunos vecinos que estaban dispuestos al cambio, si eso significaba seguir el camino del “progreso”. Otros escuchaban atentos la información que les brindaban el equipo y permanecían receptivos.

Según informaron, uno de los intereses era ‘romper el imaginario’ de la mentalidad conformista y sembrar la semilla de que ‘otras cosas son posibles’. De ahí parte este proyecto educativo, que todavía está en planes de levantar fondos para completar la edición del documental y seguir difundiendo sus descubrimientos a lo largo del camino.

Si quieres saber más, síguelos por las próximas dos semanas en Mi Puerto Rico Verde. Aquí publicaremos su diario de viajes, para conocer junto a ellos, los rincones del país que podrían verse afectados con este proyecto de carreteras.

Síguenos por aquí y comenta o comparte todas las preguntas del “Transecto Socio-Ecológico del Karso Norteño” o lee las entradas originales en http://tukarso.blogspot.com/p/propuesta.html.

jueves, 30 de junio de 2011

DIA, ponencias y otros documentos!

Saludos

Ya se encuentran en nuestra seccion de "Documentos" los enlaces para accesar la Declaracion de Impacto Ambiental Preliminar Actualizada" (DIA-PA) y otros documentos de interes relacionados al proyecto de la extension de la PR-22 entre Hatillo y Aguadilla.

lunes, 16 de mayo de 2011

Recorrido Socio-Ecológico del Karso Norteño

Vayan a esta actividad!! Estaremos dando una presentacion y mostrando material de entrevistas y otros videos y fotos de esta experiencia. Ver abajo

JUEVES DE RÍO, 18 de mayo
ANDA y AKKA/SEEDS Presenta
CHARLA: Recorrido Socio-Ecológico del Karso Norteño
El Transecto Socio-Ecológico del Karso Norteño fue una iniciativa de un grupo de jóvenes puertorriqueños los cuales realizaron una caminata a lo largo de la ruta por donde se propone construir la extensión de la autopista PR-22 entre los municipios de Hatillo y Aguadilla. Ven a oír varios miembros del grupo relatar sus experiencias mientras muestran parte del material audiovisual inédito recopilado (fotos, videos de entrevistas, etc.) durante los 14 días de expedición. Hora: 6:00 p.m. Lugar: Oficina de Sierra Club, 1057 Calle González con el Callejón Borinquen (Instrucciones: http://www.puertorico.sierraclub.org/contact.html)



Camilla Feibelman

Sierra Club de Puerto Rico

PO Box 21552 SJ, PR 00931-1552

787.688.6214

camilla.feibelman@sierraclub.org

www.puertorico.sierraclub.org

miércoles, 30 de marzo de 2011

Presentacion: Transecto Socio-Ecológico del Karso Norteño

Presentación: Transecto Socio-Ecológico del Karso Norteño

miércoles, 9 de marzo de 2011

Dia 14. Huellas del Karso

15 de febrero de 2011



Hoy amaneció un tanto frío en el mogote, sin embargo, después de tantas noches pernoctando en el exterior, sentir frío ya se volvía parte de uno. Tuvimos que desmontar campamento rápido porque a las 8am habíamos coordinado para encontrarnos con Mariana la cual iba a llegar en carro hasta la carretera que estaba más próxima al mogote en el cual nos quedamos la noche anterior. Con un poco de retraso nos encontramos con ella y de inmediato le dejamos todo el equipo de acampar para así poder reducir el peso que llevábamos sobre nuestras espaldas. Después de comernos un emparedado y algunos refrigerios, comenzamos a caminar a eso de las 9 de la mañana. Viendo la ruta en el mapa, sabíamos que este iba a ser un día intenso ya que la distancia a recorrer era larga y además que todo el trayecto iba a ser a través de áreas densas de bosque.


Realizamos varias paradas a lo largo del camino. Dos de estas fueron para realizar nuestros rutinarios inventarios rápidos de plantas y animales. Otra de las paradas fue particular porque nos topamos con un enorme árbol de Anacagüita que al parecer había caído al suelo y se había rehusado a morir. El tronco principal quedo dividido en dos, sin embargo, el árbol encontró la forma de rebrotar nuevamente y fijarse con sus raíces al suelo. El árbol era imponente, con un tronco liso verde oscuro muy vistoso y con una voluntad de vivir envidiable.

Bueno, pues después de este encuentro con la Anacagüita seguimos con nuestro recorrido.  Una de las cosas que más nos llamo mucho la atención fue la cantidad de pequeños vertederos clandestinos que encontramos a lo largo de este segmento del trayecto. Es realmente muy triste encontrarse con uno de estos parajes que contrastan tan grandemente con la belleza del resto del paisaje. Creo que vimos al menos 8 de estos lugares en el monte y obviamente todos estaban asociados a pequeños caminos abandonados a través del bosque.



Después de mucho caminar, a eso de las 3 pm salimos por la parte de atrás de lo que parecía ser una estación de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados cerca de la intersección de con la carretera PR-111 y la PR-2 en Aguadilla. Para poder salir, bordeamos la propiedad a través del monte, sin embargo, debido a una confusión con el mapa, terminamos metiéndonos en un área bien espesa de bosque que estaba fuera de la ruta. Aun así no las arreglamos para salir de este monte y llegar a la carretera PR-443 en donde concluía nuestro recorrido de 14 días a lo largo de la ruta por donde pretenden construir la extensión de la autopista PR-22. Aquí nos encontramos con Mariana que nos recogió y nos llevo a un pequeño restaurante de comida criolla en donde matamos el hambre que nos estaba matando. Después de comer hicimos una breve parada en casa de July para recoger las cosas que le habíamos dejado. Nos despedimos de ella y de Iroko y partimos de vuelta a San Juan. Obviamente, no podíamos dar por concluido el recorrido sin antes comprar un par de cervecitas, tomarnos unas fotos y hacer un brindis en el mismo lugar en el kilometro 81.5 de la autopista PR-22 en donde hace 14 días comenzó toda esta aventura.


Para concluir, a todos aquellos que nos tendieron una mano a lo largo de estos 14 días, les estamos eternamente agradecidos. Nos sentimos muy contentos porque lo largo de toda la ruta solo dejamos nuestras huellas y solo nos llevamos los inolvidables momentos que vivimos y compartimos con todos los nuevos amigos que conocimos. A todos, el abrazo más grande. Nos veremos nuevamente...



Dia 13. De cara a la Jaicoa

14 de febrero de 2011

Después de un breve momento de incertidumbre en la tarde de ayer debido a que no teníamos un lugar concreto donde pasar la noche, hoy amanecimos super descansados gracias a la amabilidad de nuestra amiga Julitza Nieves que nos ofreció un lugar para reposar en su casa en Aguadilla. De hecho, July no solo nos brindo alberge, si no también nos obsequio una cucharada de su riquísima mermelada de tamarindo picante la cual es parte de su surtido de mermeladas artesanales hechas con frutas de nuestro país las cuales vende en distintas actividades alrededor de Puerto Rico. En la mañana July nos preparo probablemente el mejor desayuno que podíamos desear. Unos deliciosos panqueques hechos de avena y calabaza que nos brindaron la energía necesaria para la travesía que estábamos próximos a comenzar. Antes de que July nos dejara en el punto donde arribamos ayer, tratamos de organizar nuestros bultos y reducir al máximo la cantidad de cosas que íbamos a llevar. Disminuir el peso era esencial ya que íbamos a tener que caminar por dos días por la Cordillera de Jaicoa, una cadena de mogotes cársticos poco explorados en el extremo noroeste de la Isla por donde la propuesta extensión de la PR-22 pasaría. Debido a cuestiones de logística y seguridad del equipo fílmico, solo Miriam, Waldemar y Joel atravesarían la cordillera. Para la documentación visual, la cámara de Walde era suficiente. Una vez listos, July, acompañada de su hija Iroko, los fueron a dejar en el punto de partida.


El recorrido comenzó a eso de las 9:30 y no pasaron más de 10 minutos para estar completamente inmersos en las entrañas boscosas de esta cordillera. Lo primero que notamos fue una cantidad de caminos abandonados en el primer segmento del bosque. Al parecer en momentos anteriores hubo  movimientos significativos de terrenos los cuales al pasar el tiempo fueron abandonados y ahora la vegetación comenzaba a re-colonizar estos espacios.  A una hora de estar caminando, nos topamos con varias paredes de roca caliza caracterizadas por la presencia de múltiples abrigos rocosos y por la prominencia de las raíces del árbol de Cupey los cuales bajaban decenas de metros desde el tope de los mogotes hasta la base de estos. Más adelante la ruta nos llevo hasta el tope de uno de estos mogotes que serían impactados por la construcción de la extensión. El lugar poseía una vista impresionante hacia el mar en donde también divisamos la isla de Desecheo. Aquí realizamos un pequeño inventario de flora y fauna. Del inventario se destaco la presencia de lo que aparenta ser el Roble Cimarrón (Tabebuia haemantha), especie con la cual no nos habíamos topado aún en el trayecto. Una vez concluido el inventario, proseguimos con el recorrido. A lo largo del mismo notamos la presencia de “flag-ins” en algunos árboles los cuales coincidían con la propuesta ruta de la autopista. Al parecer hubo cierto tipo de esfuerzo previo para hacer el reconocimiento de la ruta a lo largo del bosque.


De aquí en adelante transcurrieron las horas atravesando el monte hasta que nos topamos con algo inesperado. Bajando por una ladera Waldemar se percato de un montículo de rocas calizas que tenia la apariencia de haber sido puesto allí intencionalmente. De momento no le prestamos mucha atención hasta que nos dimos cuenta que más adelante había un complejo de al menos 8 terrazas agrícolas abandonadas que bajaban a lo largo de la ladera hasta llegar al pie de un impresionante sumidero. Inmediatamente entendimos que el montículo de rocas era probablemente el remanente del material de construcción que utilizaron los que construyeron dichas terrazas. Al día de hoy no se conoce mucho sobre las construcciones antiguas de terrazas en Puerto Rico. Si se sabe que tenían propósitos agrícolas y de control de erosión y que fueron construidas por nuestros jíbaros para poder facilitar la producción de alimentos en lugares como el Karso los cuales no eran tan idóneos para esta actividad. También se ha sugerido que muchas de estas terrazas fueron construidas por nuestros indígenas tainos, sin embargo, carecemos de información suficiente para poder realizar dichas distinciones. Una vez documentamos el sitio con fotografías y puntos de GPS, continuamos nuestra travesía abriéndonos paso a través del monte.



Nuestra meta para este día era llegar a unos mogotes que se encontraban cerca de la parte de atrás del Aguadilla Mall. Aproximándonos a este lugar nos topamos con lo que aparentaba ser una cantera. Al parecer la misma ya no estaba activa, sin embargo el lugar servía como área de depósito de escombros y otros materiales residuales de construcción. De este lugar llegamos a una carretera la cual nos llevo como por obra y gracia hasta la casa de Doña Olga Ríos. Con mucha sed y bien cansados nos acercamos a Olga explicándoles quienes éramos y el propósito de nuestra travesía. Inmediatamente sintió empatía con nosotros y nos ofreció unas botellas de agua. Con timidez le pedimos si podía quedarse  con nuestros celulares para poderlos recargar a lo cual asintió sin titubeos. Olga es una sanjuanera que se había mudado a esta área hace algún tiempo. Su frustración era evidente. Nos contaba sobre la insensibilidad de mucha gente en su comunidad con respecto a los recursos naturales del área. Según ella, esta región es un área de conservación según la designación de la Junta de Planificación y aun así nos comentaba que mucha gente de allí se pasaba talando extensiones de bosque y moviendo material de la corteza terrestre indiscriminadamente sin el permiso del Departamento de Recursos Naturales. También había grandes problemas de vertederos clandestinos y gente que se pasa pegándole fuego a estos. De hecho, varios sumideros del área se habían convertido en vertederos, lo cual preocupaba a Olga ya que ella sabía que estos lugares eran imprescindibles para la recarga de los acuíferos que proveen el agua que ella usa para beber.


Después de nuestra conversación y para que no nos cogiera la noche, decidimos buscar un lugar en los mogotes para acampar mientras los celulares se recargaban. En un rato encontramos un sitio idóneo. Eran unos mogotes detrás del centro comercial por donde también discurrían unas líneas de alta tensión de la AEE. De inmediato montamos campamento y Miriam y Walde se encargaron de preparar la estufa con la intención de cocinar una pastita. A Joel le toco bajar del monte para buscar los celulares y de una vez recargar las botellas de agua. Aquí nos ocurrió algo inolvidable. Cuando Joel baja del monte y llega a casa de Olga, esta se acerca a él con una pizza grande que había ido a comprar para nosotros. De hecho, no solo nos compro la pizza, si no que nos dio más agua y nos devolvió los celulares recargados. También la gente de la iglesia que estaba más abajo, a los cuales Joel les había hecho un acercamiento previo, nos obsequiaron con más agua y unas galletitas. Gracias Olga por tu gentileza, te estaremos siempre agradecidos. Gracias también a la gente de la Casa de Oración Peniel.Con esfuerzo porque llevaba bastante peso, Joel llego al área donde dejo a Walde y a Miriam. ¡En verdad que cuando Walde vio la pizza vio la gloria! Es que hasta ese momento la estufa no había funcionando y no habían podido hacer la pasta. Como dos perros hambrientos Joel y Walde le cayeron arriba a la pizza. De momento la estufa funciono y Miriam pudo preparar una rica pasta la cual sirvió de acompañante a la pizza. Ya cansados, nos prestábamos a descansar no sin antes sacar un pedacito de chocolate que Joel había guardado y ponerle un fósforo prendido encima para cantarle feliz cumpleaños a Miriam la cual cumplía 25 años de edad y había decidido pasarla en el monte con los muchachos. ¡Felicidades Miriam!







domingo, 6 de marzo de 2011

Día 12. El que se va pa Aguadilla…

13 de febrero de 2011

 A pesar de haber realizado una caminata tan intensa como la de ayer, creo que hoy amanecimos bastante descansados y con suficiente animo como para continuar la travesía. Temprano nos despedimos de los pastores que con tanta amabilidad nos habían prestado uno de los salones de su iglesia para descansar. Como teníamos el carro de Mariana para facilitar algunos aspectos de la logística, decidimos realizar un breve desvío a la PR-2 para ir llenar nuestras barrigas con un buen desayuno y cargarnos de la energía necesaria para continuar la caminata. Después de desayunar, Waldemar y Mariana dejaron a Joel a Miriam y a Mara en el lugar en donde concluimos la caminata el día anterior y así continuar con el segmento correspondiente a este día. Tanto Waldemar y Mariana habían hecho compromisos previos con algunas personas para realizarles entrevistas cerca de esa área así que en esta ocasión tuvieron que soltar los motetes e ir a realizar las mismas. Esta, al igual que la gran mayoría de las áreas que ya habíamos atravesado, era una región de actividad ganadera significativa complementada con áreas de siembras de heno así que ya ustedes saben que implicaba eso: ¡brincar alambres de púa! 

La caminata a través de estas fincas fue de un par de horas hasta que nos topamos con una carretera vecinal la cual tenía en su periferia una pequeña comunidad a la cual no le conocimos el nombre. Llegando a la carretera nos percatamos que la ruta de la extensión de la PR-22 por esta área atravesaría un lugar en donde aparentemente alguien pretendía construir una urbanización. No nos sorprendió para nada que estuvieran abandonados los trabajos de construcción. Era penoso ver como ya habían construido la casa modelo y la caseta del guardia. Habían tirado hasta las cunetas y los postes de luz. Todo estaba abandonado. Parece que aunque un poco tarde, alguien le dijo al desarrollador sobre los planes del gobierno de pasar la autopista por su proyecto así que imaginamos que ante ese panorama decidió abandonarlo. Si este desarrollador se hubiese informado con anticipación sobre los proyectos de infraestructura que el gobierno tenía pensados para esta área, a lo mejor se pudo haber ahorrado los miles de dólares que perdió en el desarrollo de la infraestructura inicial de su proyecto. De igual forma, si el gobierno funcionara eficientemente este no le hubiese otorgado ningún permiso de construcción en ese lugar. ¡Tanto dinero que nos ahorraríamos y tantos dolores de cabeza que nos evitaríamos si hiciéramos las cosas bien! Lo más irónico fue ver un letrero del desaparecido banco Westernbank justo en la entrada de la urbanización que decía: “Inteligentemente financiado por Westernbank”. Ironías de la vida. 


Continuando con nuestro recorrido, nuestro camino a través de las fincas nos llevo en corto tiempo a la intersección de la carretera PR-443 en Aguadilla. Aquí ya teníamos una entrevista coordinada con don Luis, dueño de una panadería local en esta área. La entrevista con don Luis fue sumamente buena y nos trajo una perspectiva que aún no habíamos escuchado: la visión de alguien que ya había atravesado un proceso previo de expropiación. Con tono de desilusión, don Luis nos hizo la historia de la ocasión en la que el gobierno le expropio un pequeño complejo de apartamentos que tenia y de cómo al final del proceso nunca recupero la inversión que había realizado. Pensar en tener que atravesar por este proceso nuevamente llenaba a don Luis de frustración y el sentimiento era evidente en su rostro. Después de bebernos un juguito y compartir un ratito más con Don Luis, su esposa y algunos amigos de la comunidad, continuamos con nuestro recorrido. 

En este segmento realizamos un cruce por un par de mogotes. En uno de estos, Joel hizo un hallazgo algo inusual: un pequeño rodal de arboles de roseta (Xylosma buxifolium). Aunque no es un árbol en peligro de extinción, ciertamente es un árbol poco común de las zonas cársticas de Puerto Rico. El árbol es fácilmente reconocible por la presencia de numerosas espinas en forma de roseta que crecen justo en la superficie del tronco. Siempre donde ves uno de estos árboles crecen un par más de ellos justo al lado, o sea crecen bastante agrupados. Saliendo de este último mogote llegamos a una carretera vecinal que conecta con la PR-443. Llegar a este lugar era la meta del día y ya lo habíamos logrado. Después de un infructuoso intento de conseguir un área para pernoctar cerca de una comunidad al pie de este camino, se nos ocurrió llamar a don Abel Vale a ver si conocía a alguien en el área que nos pudiera echar una mano. ¿Pero porque no llaman a Julissa Nieves?” nos dijo. ¡Claro! En realidad Julissa es buena amiga de muchos del grupo y se nos había olvidado que estaba viviendo acá en Aguadilla. De inmediato la llamamos y con mucha alegría nos recibió en su casa. Allá hablamos con ella y su hija Iroko por buen rato. Nos ofreció la ducha y un súper buen espacio para dormir. ¡En realidad nos salvo la vida! A recargar baterías para los dos días intensos que nos esperan!



Día 11. Entre antiguas tierras de caña y cafe

11 de febrero de 2011

Sin duda, la mejor noche de descanso que  tuvimos luego de diez días de travesía. Además del buen compartir, pudimos asearnos y dormir cómodamente gracias a los hospitalidad de la Daisy y su esposo Tato Rodeada por bosques y árboles frutales, su hermosa residencia fungió como un oasis para recargar baterías y animarnos para seguir en nuestro arduo recorrido. Nuestro día comenzó en un cercado al borde de la carretera #464 en el barrio Aceitunas de Moca, desde donde nos abrimos paso por un hermoso valle ganadero distintivo por sus pastos con variadas tonalidades de verde y su rudimentarias cercas hechas con troncos de madera y alambre de púas. Luego de unos minutos en el campo, nos topamos con nuestro primer mogote. Verdes cerros, como esmeraldas, que sobresalen del valle agrícola para ofrecernos toda su diversidad de plantas y animales. Nos internamos en el mogote y comenzamos a ascender ante la mirada sigilosa del carpintero y entre la maraña de bejucos y arbustos. El peso que sentíamos en la espalda debido a la carga de nuestro bultos incrementaba en la medida que íbamos ascendiendo por las laderas del mogote con el solo propósito de llegar a su tope. Una leve brisa costera lleno nuestros pulmones de aire fresco y nos encomendamos a la labor de identificar las plantas, aves, anfibios y lo que se apareciera a nuestro paso. Cuenta aquí, escucha canto de aves por acá, retrata, observa y apunta fueron las tareas por un periodo de 30 minutos. Rodeado de ficus, robles, almácigos, nos dispusimos a continuar nuestro camino monte abajo para llegar al llano costero. 

Durante el descenso logramos divisar en el aire lo que pareciera ser un avión de control remoto. Para nuestra sorpresa parte del llano se utiliza como pista por un grupo de personas aficionadas a los aviones y helicóptero de control remoto. Atónitos observamos a adultos como niños realizando acrobáticas piruetas y disfrutando de lo lindo. Pero más atónitos se mostraron estos al vernos salir repentinamente del monte con nuestros grandes bultos, equipo fílmico y nuestros machetes. Continuamos nuestro camino pero no sin antes desviarnos para visitar unos de los atractivos históricos y culturales de esta región, el Palacete Los Monroe. Enclavado en lo que históricamente fue una prominente hacienda cafetalera para el siglo XIX, y una central agrícola a principios del XX, este palacete evidencia lo rico y diverso de nuestra raza y origen cultural.


Según la información provista esta hacienda pertenecía a la familia Pellot, provenientes de la región vasca de Fuenterrabía, cerca de la frontera franco-española. Para ese momento la hacienda era cafetalera y se conocía como Iruena. En 1860, Juan Labadie adquiere la hacienda de los Pellot y es luego de su muerte que su esposa, Cornelia Pellot decide construir dicha estructura de hormigón. La casa Labadie fue diseñada por el ingeniero francés Paul Sevajean en 1893 pero no es hasta el 1905 que se construyo. El palacete es una adaptación caribeña del chateau o palacio francés que nos remonta a los tiempos de las antiguas haciendas cafetaleras y azucareras. Para nuestra sorpresa, esta bella estructura tiene lugar en la literatura puertorriqueña como la hacienda Palmeras, residencia de la familia Moreau en la novela La Llamarada (1935) de Enrique Laguerre quien es, para orgullo de todos los moqueños, natural del barrio Aceituna en Moca. El Palacete es actualmente custodiado por el municipio de Moca y fue restaurado para servir como museo y centro de actividades. Su interior, lucia muy bien decorado por sillones, escaleras, pisos, puertas y ventanas construidas artesanalmente con finas maderas. A nosotros nos pareció toda una joya estética e histórica, no solo de Moca sino de toda nuestra isla. Una verdadera vuelta al pasado de lo que aconteció entre los valles y mogotes de esta región.

Es importante mencionar que auque la construcción de la extensión a campo traviesa de la PR22 no afectara directamente el Palacete si fragmentara la finca de sobre 100 cuerda de terrenos con potencial agrícola en donde este ubica. No es coincidencia que en el pasado se haya dedicado al cultivó del café y la caña de azúcar. Caminar por estos hermosos valles rodeado de mogotes nos hizo entender, no solo el rico pasado de nuestra historia sino, la posibilidad de utilizar este activo histórico y paisajísticos como estrategia para el desarrollo de actividades de turismo cultural y natural de la región. Construirle una carreteras sobre estos terrenos representaría la mutilación del hermoso carácter rural y cultural de este lugar y abandonar una oportunidad única de desarrollo económico para el municipio y la región.

Ya en pleno medio día, y con el sol estaba en todo su apogeo, nos aprestamos a cruzar por la finca de heno del Sr. Nieves. Agricultor que en una entrevistas la noche anterior nos confesó el eterno amor que siente por su finca la cual se refiere como La Novia. No pudimos más que sonreír y simpatizar con ese sentimiento de amor y pasión que este agricultor siente por su tierra. Como ya le habíamos comentado, la finca de este agricultor se vería fragmentada por la construcción de la carretera. Nieves nos comento que dejar que le crucen la autopista es como permitir que le hagan una cicatriz a su novia en la cara. No fue hasta cruzar la finca que entendimos el origen del profundo amor de este individuo por su tierra. Un hermoso llano, por momentos ondulado por suaves lomas, forradas por una alfombra de verdes pastos que resaltaban a la vista por sus distintos tonalidades de verde y por momentos delimitadas por los meandros artificiales de los canales de riego. ¿ A quien no le dolería ver tal hermosura arrasada por una mole de cemento que abriría la llave a un desarrollo urbano desenfrenado?


Realizamos varias tomas del paisaje hasta llegar a la comunidad Las Parcelas del Barrio Aceituna. Ahí tuvimos que realizar el cruce de unos de los canales de riego por lo que parecía ser un puente improvisado construido por uno de los vecino del mismo barrio. En esta comunidad coincidimos con el Sr. López y su esposa e hija. Esta familia sería directamente afectada de construirse la autopista. Los testimonios de la familia fueron un retrato claro del esfuerzo y sacrificio que realizan muchas familias puertorriqueñas por hacerse de su hogar y así poder dejarles un legado a sus hijos. 

Al principio, la pareja nos narro como se verían afectados al perder este “pedacito de cielo”. Su hija, quien en un inicio no quiso participar de la entrevista, al escuchar las preocupación de sus padres no vacilo en levantarse y hacerse sentir. Nos hablo sobre sus estudios y como su proceso de aprendizaje se podría ver afectado por la construcción de la autopista debido a la contaminación de ruido y gases proveniente de los carros. Sorprendentemente esta familia fue de las únicas que hablo de la posibilidad de implementar alternativas  de transportación colectiva por la carretera #2, como autobuses o inclusive trenes livianos, para  atender las necesidades de traslado y congestión vehicular en la región. Finalizada la entrevista, le ofrecimos más información sobre los diferentes recursos en el Internet con información del proyecto propuesto por la ACT y partimos a almorzar a una pizzería cercana en el área donde los pedazos de pizza parecían mas palitroques que cualquier otra cosa. En fin, terminamos satisfechos con un paquetito de galletitas Samoa que muy amablemente Joel compro para todos.

Salimos de la Comunidad Las Parcelas y continuamos por varias fincas  de destinada al cultivo de heno hasta encontrarnos, para nuestra sorpresa, por segunda ocasión en el transecto, con un terreno destinado al cultivo de plátanos. Llegamos al cruce de la carretera numero 111 con calle Villa Damasco. En esta comunidad habíamos acordado previamente con Don Roberto para una entrevista. Este no se encontraba y terminamos hablando con una vecina de la comunidad. Esta se mostró curiosa con nuestra presencia y nos pregunto quienes éramos y enseguida le hablamos de nuestra travesía y de nuestra intensión por conocer la opinión de los residentes con relación a la posible construcción de la PR22 a campo traviesa por su comunidad. Uno de los compañeros se percato que la señora y su esposo tenía una siembra de caña de azúcar en su patio y no vacilamos en pedir unos pedazos. Su esposo muy amablemente se encomendó en la faena de cortar varios pedazos y nos demostró como pelaba correctamente para sacarle el mayor provecho.  Mientras saboreábamos la caña Don Roberto llego para la entrevista pero decidimos posponerla para otro día ya que la noche se nos venía encima y todavía nos faltaban un largo recorrido hasta llegar a la comunidad donde pernoctaríamos esa noche.  nos mostró un cruce seguro entre su propiedad  y las siguientes fincas que tendríamos que atravesar.

Ya con muy poca luz, apretamos el paso en uno de los paisajes más espectaculares que hayamos visto, un campo lleno de lomas, con depresiones que parecían embudos y con decenas de vacas a nuestro alrededor. Casi sin luz, Miriam y Waldemar tomaron fotos y geo-referenciaron los distintos rasgos topográficos. Ya a oscuras, cerca de finalizar la travesía del día, prendimos nuestras linternas y continuamos caminando por terrenos cubierto de mucha maleza que entorpecía nuestro caminar. Waldemar, como pájaro alzando vuelo,  se adelantó al resto de grupo para identificar la ruta más ágil para llegar a nuestro punto de descanso.Luego de casi una hora atravesando terreno ganadero encontramos nuestro destino en la oscuridad de la noche. En esta comunidad fuimos recibidos por la señora Ivone quién muy amablemente había coordinado con los pastores de la Iglesia de la comunidad para ofrecernos hospedaje. Esta iglesia sería una de las varias instituciones que serían afectadas por la construcción de la carretera y que conflige con los planes de la iglesia y sus feligreses de extender sus facilidades y construir una iglesia de mayor tamaño. Luego de asearnos, nos aprestamos a descansar para al otro día continuar con nuestra travesía. 

Día 10. Camino al centro de la tierra

11 de febrero de 2011

Tras nueve días de atravesar terrenos ganaderos, el insistente olor de las vacas y los establos se había convertido en nuestra cotidianidad. Este día amanecimos en la propiedad del Sr. Benítez; una vaquería de sobre 250 cuerdas, rodeada por imponentes mogotes y una de las más exitosas en producción de leche de toda la región del noroeste de Puerto Rico. El Sr. Benítez fue un excelente anfitrión y además de dejarnos pernoctar en su finca, tuvo la disposición de introducirnos en la operación de su vaquería. Participamos del proceso de ordeño, conversamos sobre la polémica surgida a raíz del incremento en el precio de la leche, además de los futuros retos de la industria lechera en la isla. Quién hubiese imaginado todo el trabajo detrás del vaso de leche fresca que nos tomamos en la mañana o antes de dormir. Luego del desayuno, nos despedimos del Sr. Benítez para continuar con nuestra travesía. Comenzamos en Barrio Arenales Altos de Isabela en donde conocimos a Don Jorge, artesano de instrumentos musicales, realizados en gran parte con maderas nativas de Puerto Rico. En su taller pudimos observar desde distintos estilos del cuatro puertorriqueño, guitarras, hasta algunos bongos. Todos hechos con maderas como la caoba, mahoe, acacia, pana y el espino rubial. Fue verdaderamente fascinante ser testigo de tan hermoso trabajo artesanal y aprender como se confeccionan los instrumentos de la música típica de nuestro país.


Al igual que muchas de las comunidades de las que ya visitamos y en donde la comunidad se compone, en su mayoría, por miembros de la misma familia, existe un alto grado de desinformación con relación a la construcción de la PR22 a campo traviesa. A lo largo del transecto observamos que existe un problema de falta de comunicación, sensibilidad y entendimiento de parte del gobierno hacia las comunidades que se verían afectadas. Los residentes reclaman que si se fuera a dar un proceso de expropiación debería ser con el aval de la comunidad y procurando alterar lo menos posible la integración vecinal. Muchos de los residentes y ganaderos de la región hacen énfasis en su interés en que el gobierno consulte a la comunidad y se interese por sus problemas, inquietudes y propiedades. Para Don Jorge la expropiación no solo significaría dejar atrás su casa sino también su familia y vecinos. Argumento que denota un interés por conservar ese tejido social comunitario que se forma con años de convivencia vecinal y relaciones humanas.

Nos despedimos del Don Jorge para intentarnos a un pequeño pedazo de bosque que queda detrás de su taller. De machetazo en machetazo, fuimos limpiando los bejucos y maleza que había entre los árboles. Luego de unos minutos, arribamos al punto donde realizaríamos un rápido censo de flora y fauna del área. Joel fue identificando minuciosamente las distintas plantas y árboles en el bosque. Fotografiaba y documentaba en su libreta la estructura de las hojas y ramas, sus frutos y flores. Mientras que Miriam buscaba entre las rocas y raíces de los árboles la existencia de algún anfibio, reptil o insecto, como las salamandras, lagartijos o arañas. Una vez culminado el censo, continuamos abriendo camino por el bosque hasta dar con una de las dos canteras, que según la alineación propuesta para la autopista, se afectarían por la construcción. Nuestra primera impresión fue pura devastación, como en unas de esas películas donde se presenta la situación minera en continentes como África o Sur América.


Desde la altura del cerro calizo pudimos observar como, poco a poco, las máquinas iban devorando lo que antiguamente fueran mogotes. Maquinas que van extrayendo lateralmente el contorno de las colinas. Una vez consumidas, siguen extrayendo el material de una forma vertical hacia el interior de la tierra como queriendo llegar al centro de la Tierra misma. Verdaderamente impresionante. Logramos entrevistar a uno de los trabajadores de esta mina; según nos comento, el material extraído se utiliza como material de agregado para la construcción, pero que en los últimos meses la demanda por el material ha disminuido drásticamente, esto debido a una merma significativa en la industria de la construcción. Tanto así que el dueño de unas de las minas, que ya cuenta con un permiso para la explotación de una finca de  aproximadamente unas 400 cuerdas cerca del Río Guajataca, ha desistido de comenzar su explotación y operación.


La remoción de la corteza terrestre en estas minas nos hizo reflexionar sobre los aproximados 14  millones de metros cúbicos de material que tendrá que ser extraído para permitir la construcción de la extensión de la PR22. Este material será utilizado como relleno para los sumideros y otras tantas irregularidades características de la topografía kársticas. Mientras observamos el gran cráter de la cantera muchas fueron las preguntas o inquietudes que nos surgieron, ¿Cómo se mitiga la extracción cientos de toneladas de corteza terrestre? ¿Cómo se mitiga el relleno de cientos de sumideros que recargan nuestro valioso acuífero del norte? ¿Cómo se mitiga la destrucción de mogotes, sumideros, cuevas y cavernas que tardaron cientos de años en formarse? La respuesta es que no hay tal cosa como mitigación. Se perderían para siempre. A lo largo de nuestra travesía escuchamos de uno de los ganaderos la intención del gobierno de comprar los mogotes que tiene en sus fincas para utilizarlos como rellenos en la construcción de la autopista, lo que representa no solo un impacto directos por donde se pretende construir la autopista, sino también en terrenos y sistemas naturales aledaños.

Dejamos atrás al gigantesco cráter para seguir nuestra travesía hasta llegar al municipio de Moca. Previo a llegar a Moca habíamos acordado con la Sra. Pellot, residente del Barrio Aceituna, quien muy amablemente dispuso de su tiempo y hogar para asistirnos en nuestra travesía. La Sra. Pellot había coordinado de antemano una entrevista con una televisora local, además de invitar  varios de los miembros de la comunidad para un compartir en su hermosa residencia al pie de dos gigantes cerros calizos. Esta comunidad no solo vive los impactos negativos producto de la actividad mineras de las canteras que actualmente están en operación, sino que bien pudieran ser victimas de los futuros planes de explotar otros cerros calizos cercanos o enclavados justamente en la comunidad. Para algunos de los vecinos, el establecimiento de una cantera en la inmediatez de su comunidad alteraría significativamente la calidad de vida a través de contaminación auditiva y los polvo fugitivos producto de las maquinas que remueven el material de la corteza terrestre. Además, tendría serias implicaciones sobre la integridad ecológica de los bosque del área y por consiguiente sobre los recurso de agua subterránea como los pozos  y acuíferos. La comunidad se ha dado a la tarea de llevar sus reclamos a las agencias pertinentes y han trabajado un sinnúmero de otras iniciativas como nombrar propiamente las calles del barrio, gestionar la construcción de infraestructura de agua potable además de proyectos relacionados al patrimonio cultural y natural del área. Luego del almorzar y compartir con un grupo muy diverso de la comunidad, nos dimos a la tarea de salir  al barrio para entrevistar un agricultor de la región.


El señor Nieves nos recibió en su casa, una finca de unas 497 cuerdas destinadas al cultivo de heno o forrajes que suple alimento a más de 7 ganaderías a lo largo de la región norte de Puerto Rico. Al igual que muchos otros ganaderos a lo largo del transecto, el Sr. Nieves sería directamente afectado por la construcción de la PR22 a campo traviesa. Según el Sr. Nieves, esta no sería la primera vez que el gobierno pretende expropiarle su tierra. El primer intento fue con el motivo de construir un centro comercial y el otro para realizar un parque industrial el cual esta siendo actualmente construido en un terreno aledaño a su finca.  En ambos casos, y luego de largos procesos legales y políticos, Nieves logró que su finca permaneciera bajo su titularidad y destinada al uso agrícola. Nos contó que en una ocasión un alto funcionario de gobierno lo visitó a su finca con el propósito de negociar la compra de sus terrenos. Para el funcionario la expropiación del terreno para la construcción de un parque industrial tenia un fin público ya que crearía muchos más empleos que una simple finca destinada ala producción de heno. Este le comentó al funcionario que su finca no solo producía heno sino que también generaba empleos directos e indirectos tanto en su finca como en otras tantas de la región. Para Nieves, algunos funcionarios de nuestro gobierno parecen ignorar que la agricultura es parte del motor económico de nuestro país. Según Nieves, “un país sin agricultura es un país destinado al fracaso.” Nos recalco la importancia de la agricultura en estos momentos en que se avecinan tiempos de crisis por el alza en los costos de alimentos y su escasez debido a eventos naturales ocasionados por el cambio climáticos. La finca del Sr. Nieves ha pasado de generación en generación y ahora son sus hijos los que están directamente encargados de la faena del día a día. Luego de una larga charla nos despedimos para ir a compartir nuevamente con las familia Pellot donde pernoctamos esa noche para el día siguiente continuar con la expedición.

lunes, 14 de febrero de 2011

Travesía Sierra de Jaicoa

Por los próximos dos días estaremos internados en la Sierra de Jaicoa en el Municipio de Aguadilla. Esta zona montañosa presenta una topografía accidentada por lo que no podremos subir información al blog hasta tanto logremos atravesarla. Deseenos suerte! 

domingo, 13 de febrero de 2011

Día 9. Entre canales y jornales


10 de febrero de 2011

Como de costumbre, hoy partimos en dirección oeste tomando como punto de partida la propiedad de la licenciada Pérez en el Barrio Galateo Alto de Isabela. Temprano en la mañana se unieron al grupo los señores José Laborde y Javier Biaggi, ambas personas destacadas en el campo de la conservación de recursos naturales en Puerto Rico. Por su parte, Laborde ha trabajado con inventarios de la avifauna en diferentes ecosistemas en Puerto Rico y Biaggi tiene particular interés en la ecología de mariposas, particularmente la de la mariposa agudillana. Una vez incorporados al grupo, nos encomendamos a cruzar el primer alambre de púas del día. No pasó ni un minuto cuando nos topamos con uno de los canales secundarios del sistema de riego de Isabela. Aunque los canales de riego de Isabela sean muy conocidos por los divertidos viajes en balsa desde el embalse Guajataca, este canal en particular se encontraba seco. La razón es que este es un canal secundario, que según nos cuenta la gente de la comunidad, solo se llena de agua en el momento en que un agricultor o ganadero compra el agua por metro cúbico. Este canal nos condujo hasta el barrio Arenales Bajo, lugar donde aún hoy se levanta la primera planta hidroeléctrica construida en el 1927. La misma trabajaba por la presión del agua que movía unas turbinas que generaban electricidad para los municipios de Isabela y Aguadilla. Aunque no está funcionando su arquitectura algo abandonada nos remonta a la época en que gran parte de la electricidad de Puerto Rico era producida por plantas hidroeléctricas. 


En esta comunidad coincidimos con doña Ana una energética señora quien lleva 74 años viviendo en la comunidad y residencias de la familia Machado. En seguida nos invitó a sentarnos y dialogar sobre el proyecto, su reacción de preocupación se hizo notar rápidamente. ¿A dónde iré? ¿Cuándo ocurrirá este proyecto? ¿Dónde podré encontrar un lugar para mis plantas? Este tipo de preguntas salieron de su boca tan pronto le presentamos los mapas y abundamos sobre los detalles del proyecto. Esta señora se ha dedicado en cuerpo y alma al mantenimiento de su hogar que también fue de sus padres. Aunque nos confiesa que siempre “coje calle”, regresar a su casa le brinda paz, espacio de comunión con sus orquídeas y momentos llenos de brisa gracias al movimiento del agua que corre por los canales en la parte posterior de su casa.  

Una vez concluimos con la entrevista continuamos bordeando los canales de riego. Unos pocos metros adelante encontramos un cultivo de habichuelas tiernas de un joven agricultor de 29 años. Sus manos mostraban el sacrificio de trabajar la tierra pero sus ojos solo expresaban amor por ella. “Desde los 22 años yo trabajo la tierra y pase lo que pase yo estoy dispuesto a luchar por ella” nos expresó. De todo el trayecto este era el primer espacio dedicado a la agricultura que identificábamos, paralelo había otro espacio reservado a las berenjenas que suplirán a las plazas de mercado de las zonas aledañas. Ya sin más reparo y con un poco de retraso cruzamos por otros cultivos de habichuelas verdes, caña, plátano y berenjena, aquí algunos campos eran irrigados con agua de los canales de riego. Finalizado el tramo dimos con don Pedro, señor mayor que había decidido mudarse del centro del pueblo a las afueras, lamentablemente su casa colinda unos metros con la extensión de la vía. Su reacción fue indescriptible, nuestra misión ante todo es educar y difundir la información, tarea que cuesta pues requiere de sensibilidad y empatía hacia el prójimo. La práctica y experiencias nos perfilan en la marcha desde comunicar hasta compartir con nuestras colegas, las vacas.Ya al final de la calle 4494 seguimos bordeando el canal acompañado por más vacas. Ascendimos un cerro desde donde divisamos un lago, la costa y el urbanismo desparramado que permea en esta pequeña isla. Una pequeña cantera ya inactiva se imponía en la vista, la fotografiamos y geo-referenciamos para comenzar a descender acompañados por judíos, guaraguaos y pitirres. En el descenso un corte en el cerro de unos 10 metros de alto obstruyo nuestra marcha, bajamos hasta la base y continuamos caminando hasta encontrar el restaurante Plátano 494, donde nos recibieron con una amable sonrisa. 

Seguimos nuestro rumbo hacia una colina paralelo a los canales de riego, entre pastizales pasamos a una zona un poco más boscosa. Entre enredaderas y grandes árboles como el almendro y mangó apareció una gran casa en el bosque, sin dudarlo Mariana y Miriam decidieron entrar a ella. Todo parecía una  escena de película, un montón de ropa regada con papeles, cojines, madera con polilla, juguetes, hay mi madre eso parecía un nido de ratones. La curiosidad fue tanta que comenzamos a revolcar uno que otro papel, allí de algún rincón apareció una libreta de jornalero, su año 1947 y la paga $2.50 semanal al obrero de caña. Esta casa almacenaba historia un tanto conocida a través de la academia pero ajena en la práctica. Tener esa libreta de jornalero en nuestras manos fue abrir una ventana al pasado, imaginar aquel episodio por el que tantos obreros  se sacrificaron y allí luego de más medio siglo cubierta de polvo y reducida a nada se encontraba llena de nombres, pagos y horas en el cañaveral. Al pie de la casa llegamos a la 112 donde documentamos una cueva rellenada de basura para luego despedirnos de los compañeros Laborde y Biaggi y pernoctar en la ganadería de Benítez Toledo. Él muy amablemente nos recibió en su oficina y ofreció un espacio para enganchar las hamacas-casetas, experimentar el proceso de ordeño y disfrutar de un café con leche fresca antes de prepararnos para descansar. Buenas noches seguidores hasta otro gran día.




sábado, 12 de febrero de 2011

Dia 8: Los mogotes de Galateo


9 de febrero de 2011

Despertamos con un cafecito que nos trajo la abuela de Héctor. Mientras disfrutábamos del café Joel y Héctor se dieron a la tarea de buscar el desayuno mientras nosotros actualizábamos el blog con los sucesos de días anteriores. La comunidad las Llanadas en Isabela se caracteriza por estar enclavada entre impresionantes mogotes los cuales tendríamos que atravesar para continuar hacia los llanos agrícolas del mismo municipio. A eso del medio día comenzamos a caminar por el bosque asociado al Río Guajataca que forma parte del Área de Planificación Especial Quebradillas, Isabela y Aguadilla (APEQIA). APEQIA reconoce la importancia de conservar y desarrollar los recursos de alto valor natural de la región enfocados en la recreación y el desarrollo eco turístico. Luego de unos pocos minutos en el bosque tuvimos un repentino encuentro con el Pájaro Bobo Mayor - Coccyzus vieilloti  que se movía lentamente entre las ramas de los árboles moviendo su majestuosa cola tan distintiva por su patrón de bolas blancas.   

Luego del inesperado encuentro, continuamos nuestro paso por el bosque el cual resulto menos complicado de lo que pensábamos gracias a la existencia de antiguos caminos que comunicaban lo que en su momento eran fincas agrícolas. Aparte de las especies asociadas a bosques secundarios como lo es el Tulipán africano pudimos observar arboles representativos por antiguos asentamientos humanos como el Panapen, Mamey, y algunos cítricos como la toronja y la china. Navegamos a lo largo del bosque identificando posibles segmentos que serian verían afectados por la construcción de la autopistas. Entre los árboles mas distintivos encontramos el espino rubial, el moralon, la palma real, cupey, entre otros. Luego de realizar un rápido censo de flora y fauna seguimos nuestro camino hasta encontrar una pequeña cantera que ya estaba en desuso. En unos de los cortes de la cantera pudimos encontrar una fascinante variedad de fósiles que evidencian el origen de la roca caliza que se formó hace millones de años cuando los sedimentos y esqueletos de organismos marinos se depositaron en el fondo de mares de poca profundidad y se solidificaron. A lo lejos también divisamos la entrada de una pequeña cueva a la cual lamentablemente no pudimos entrar. Luego del impresionante hallazgo continuamos caminando hasta llegar al Barrio Galateo Bajo, Sector Chevín Román. En esta comunidad entrevistamos a la señora Ana Machado. 

Para nuestra sorpresa, doña Ana nos comento que la expropiación de su vivienda para la construcción de la autopista representa una oportunidad para poder mudarse de la comunidad. Según Ana, esta comunidad tiene un sinnúmero de problemas sociales y preferiría ser expropiada para fabricar en otro solar que tiene en el mismo municipio. Luego de la entrevista continuamos nuestra caminata entre fincas destinadas a la ganadería y la producción de heno. A lo largo del camino nos encontramos con unos de los canales de riego ahora en desuso. Estos forman parte de un de un vasto sistema construido en 1927 que administra la División de Servicios de Riego, Represas y Embalses de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) a lo largo de montes, valles y comunidades de los municipios de Isabela, Quebradillas, Moca y Aguadilla. Seguimos el canal hasta llegar hasta el sector Chichigua a la altura de la carretera 474. En esta comunidad tuvimos un encuentro informal con la licenciada Pérez y su padre. Estos nos informaron que han participados del proceso de vistas publicas ya que su negocios y residencias serian afectadas por la autopista. Expusieron que no se han aventurado a ampliar las operaciones de su negocio o realizar nuevas inversiones debido al paso de la autopista. Una vez finalizado la entrevista volvimos al barrio Llanadas a quedarnos con Héctor y su familia en el espacio que tan gentilmente nos ofrecieron para pernoctar el día anterior.