miércoles, 9 de febrero de 2011

Día 6 – El Karso: Paisaje de contrastes




7 de febrero de 2011.

Entre trabajadores del vivero comenzó nuestro día. Ellos con cara de asombro seguían nuestros pasos y posiblemente se preguntaban qué rayos hacíamos allí. La rutina del día a día tomó otro giro pues de momento nuestro hogar era su lugar de trabajo y el café matutino para despertar era nuestro desayuno. No vacilaron en acercarse, conversar o simplemente intercambiar una sonrisa antes de partir por nuestro camino. Desayunamos en una pequeña panadería del barrio y actualizamos el blog mientras esperábamos el segundo café del día, de alguna manera teníamos que vencer el cansancio acumulado. Al equipo se sumó un nuevo integrante, el amigo camarógrafo Benjamín Curet. Finalizado el desayuno nos movilizamos al punto de alineación de la carretera perpendicular a la carretera 113. En una gran casa amarilla al costado de las líneas de electricidad procuramos a Diana y Carlos una joven pareja que se verá afectada por el paso de la carretera. Carlos no se encontraba en la casa por lo que coordinamos para encontrarnos luego de terminar la expedición y documentar su sentir e impresiones. Bordeamos brevemente el patio de su casa para seguir la caminata por pastizales, desde aquí divisamos varias casas, cadenas de mogotes y una cantera.

Aunque estaba un poco ocupado, Javier tuvo la gentileza de enseñarnos su finca y darnos una muestra del trabajo que se lleva a cabo dentro de una ganadería. El ordeño de vacas se realiza todos los días por la mañana y por la tarde produciendo unos 300 litros de leche diarios que se transportan para pasteurizar y homogenizar. ¡Consumidores! La leche fresca que disfrutamos día a día sale de estos mogotes, del trabajo de aquellas personas que se sacrifican al son de salsa en salas de ordeño. Ya terminando nuestro día presenciando el nacimiento de un ternerito entre el opúsculo rodeados de mogotes y cantos de múcaros. Seguiremos informando, buenas noches.
Sin vacilar fotografiamos nuestro entorno, describiéndolo y referenciándolo geográficamente en las libretas de campo y los GPS. Los compañeros camarógrafos continuaron filmando, mientras los demás seguimos en dirección a la carretera 480. La caminata hasta este punto no fue tan larga, sin embargo después de seis días lo que podía ser un recorrido corto el primer día ya se sentía como todo un maratón al sexto. Llegamos con cierta anterioridad a la residencia de Don Javier en el sector San Antonio del Barrio Cacao. Además de ser excelente anfitrión, Javier es ganadero y posee una de las propiedades mas lindas que hemos visto a lo largo del recorrido. Su finca de 200 y pico de cuerdas posee todo lo que un amante de la naturaleza puede anhelar: la colindancia con el río y el Bosque Estatal de Guajataca,  numerosos mogotes, abras, cuevas, valles fértiles e idóneos para el ganado, entre otros invaluables atributos naturales.



Aunque estaba un poco ocupado, Javier tuvo la gentileza de enseñarnos su finca y darnos una muestra del trabajo que se lleva a cabo dentro de una ganadería. El ordeño de vacas se realiza todos los días por la mañana y por la tarde produciendo unos 300 litros de leche diarios que se transportan para pasteurizar y homogenizar. ¡Consumidores! La leche fresca que disfrutamos día a día sale de estos mogotes, del trabajo de aquellas personas que se sacrifican al son de salsa en salas de ordeño. Ya terminando nuestro día presenciando el nacimiento de un ternerito entre el opúsculo rodeados de mogotes y cantos de múcaros. Seguiremos informando, buenas noches.

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