Después de un inicio retrasado comenzamos nuestra travesía en el kilometro 81.3 de la actual autopista PR-22. Luego de un breve encuentro con la prensa, nos internamos en un pequeño y denso bosque, preámbulo de lo que nos espera a los largo del transecto. Desde este punto en adelante nos encontramos en terreno ganadero del municipio de Hatillo. No es coincidencia que en este municipio las cabezas de ganado igualan en número de la población.
Luego de atravesar por varias verjas de alambres de púa llegamos al sector Rabo de Culebra del Barrio Corcobado en donde hablamos con Don Antonio. Luego de una breve conversación percibimos incertidumbre y desconcierto con respecto a la construcción de la autopista por su comunidad. Según Antonio, aun no le queda claro por donde atravesara la autopista. Nos hablo de la dificultad que representaría tener que mudarse y adquirir una nueva vivienda.
Al despedirnos de Don Tony continuamos entre los valles y lomas, que caracteriza esta región del carso norteño, hasta llegar al patio del señor Mario Mercado. Sí, el patio, recuerden que estamos recorriendo fielmente la ruta por donde se propone construir la Extensión de la PR-22 la cual atraviesa decenas de fincas y terrenos privados. Para nuestra sorpresa a Mario le era irrelevante si la autopista fuera construida por su propiedad ya que solo le afectaría una pequeña porción de las 56 cuerda de su terreno. A pesar de esto, si reconoció que otros ganaderos serían impactados ya que fragmentarían sus fincas y en algunos casos perderían las salas de ordeño.
Ya metida la tarde, y a fuerza de granola y agua, cruzamos por el Barrio Carizales documentando el paisaje hasta llegar al Barrio Capaez donde montamos campamento para descansar luego de una maratónica caminata. Mañana listos para otro día intenso.
Gracias a Tato, la Sra. Muñoz y su hija Camille por asistirnos con nuestra alimentación! :)
Hasta mañana!
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